Asociación de Jóvenes Letrados
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Es por todos conocido que nuestra legislación contempla la posibilidad de disolver el vínculo matrimonial por decisión de los cónyuges, si bien no por ello deja de ser una conquista histórica de nuestra sociedad.
La legislación civil prevé tres causas de disolución del vínculo matrimonial: nulidad, separación y divorcio.
En esta entrada nos vamos a centrar en el divorcio, concretamente en el procedimiento de mutuo acuerdo.
El divorcio es una causa de disolución del matrimonio. Antes la legislación preveía una serie de plazos para poder acceder al divorcio.
Actualmente, se puede solicitar el divorcio una vez transcurridos tres meses desde la fecha del matrimonio, salvo que se trate de casos en los que haya existido violencia de género, en cuyo caso se puede solicitar el divorcio sin necesidad de esperar a que transcurran tres meses desde la fecha del matrimonio.
El divorcio puede sustanciarse por dos cauces: el contencioso y el de mutuo acuerdo.
El divorcio de mutuo acuerdo es un cauce procedimental que permite tramitar el divorcio de los cónyuges por una vía más rápida y notablemente más sencilla. En otra entrada nos hemos referido ya al procedimiento contencioso.
El divorcio de mutuo acuerdo permite tramitar el divorcio de forma más veloz pues se simplifican los trámites y plazos para la disolución del vínculo matrimonial.
El divorcio de mutuo acuerdo podrá tramitarse cuando existe acuerdo o posibilidad de acuerdo entre los cónyuges acerca de determinados asuntos. Estos asuntos sobre los que deberá existir acuerdo son lo siguientes:
En multitud de casos no es posible alcanzar un acuerdo entre los cónyuges, lo que hace necesario acudir a un procedimiento contencioso.
El procedimiento de divorcio de mutuo acuerdo es mucho más rápido que un procedimiento contencioso pues se reducen los tramites procesales, lo que permite obtener el divorcio en un plazo más breve.
Ello se debe, en parte, a otra de sus ventajas, la ausencia de juicio, NO HAY JUICIO. En el caso del divorcio de mutuo acuerdo no es necesario que se celebre un juicio, lo que beneficia no solo en el sentido de acortar la tramitación, sino también a los cónyuges, pues en muchos casos es algo estresante ir a juicio.
Otra ventaja de este procedimiento es que serán los propios cónyuges quienes deciden sobre los aspectos que deberán regir la relación con sus hijos, en caso de haberlos, por lo que se evitan discusiones y posibles sorpresas en cuanto a la determinación de la pensión de alimentos o a la atribución de la guarda y custodia.
Una ventaja más es el coste del divorcio de mutuo acuerdo. El precio de un mutuo acuerdo suele ser más barato que un procedimiento contencioso, en parte por la ausencia de juicio, pero sobre todo porque ambos cónyuges pueden tener un mismo abogado y procurador, lo que simplifica costes de forma muy importante, permitiéndonos un ahorro económico notable. Sin perjuicio de ello, cada cónyuge podrá tener un abogado y un procurador, o bien un abogado cada cónyuge y un mismo procurador para ambos.
El divorcio de mutuo acuerdo comienza con la presentación de una Demanda de mutuo acuerdo por ambos cónyuges o por uno con el consentimiento del otro.
A esta demanda habrá que incorporar un convenio regulador en el que se acuerden aspectos tales como la guarda y custodia, régimen de visitas, atribución de vivienda familiar, pensión de alimentos, etc.
Si quieres más información, puedes consultar nuestra entrada sobre el convenio regulador.
Otra opción de tramitación pasa por la transformación de un procedimiento contencioso en uno de mutuo acuerdo. Nos referiremos más adelante a esta posibilidad.
Una vez presentada la Demanda, y admitida a trámite, el juzgado nos citará para que los cónyuges acudan un día a la sede del juzgado y se ratifiquen en el contenido del Convenio Regulador.
Se trata de un mero trámite en el que un funcionario del Juzgado nos mostrará la Demanda junto con el Convenio, nos preguntará que si la firma del convenio es nuestra y que si estamos de acuerdo con lo que pone en el convenio. Ambos cónyuges se tendrán que ratificar, normalmente lo hacen por separado.
Una vez se ha realizado la ratificación del convenio regulador, el Juzgado, en caso de que hubiera hijos menores, enviará el expediente al Ministerio Fiscal para que emita un informe. Se trata de una obligación legal en caso de que haya menores y su finalidad es que los términos del convenio regulador no sean perjudiciales para los intereses del menor o menores. Lo más frecuente es que el Fiscal se muestre favorable.
Después de esto, el juez dictará una Sentencia por la que acordará la disolución del vínculo matrimonial, esto es, acordará el divorcio y aprobará lo pactado en el convenio regulador.
Ahora los cónyuges ya están separados.
Si. En ocasiones los cónyuges no consiguen ponerse de acuerdo y se acaba presentando una Demanda de divorcio contenciosa, si bien durante la tramitación del divorcio se consigue un acercamiento entre los cónyuges. En tal caso, se hace aconsejable redactar un convenio regulador y presentarlo al juzgado, pidiendo que se transforme el procedimiento contencioso en un procedimiento de divorcio de mutuo acuerdo que termine con la aprobación del convenio regulador presentado.
Si quieres recibir más información sobre el divorcio de mutuo acuerdo: plazos, precio, requisitos, documentación, etc., no dudes en ponerte en contacto con nosotros, estaremos encantados de poder ayudarte.
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